lunes, 10 de enero de 2011

Correr,agitando rápidamente mis pies, descender escaleras, lo más vertiginoso y ágil posible.
El silencio se va apoderando de mí y tan solo consigo escuchar el metrónomo del latido de mi corazón, la respiración entrecortada, angustiosa y sofocante y el impacto de la suela de goma de mis deportivas contra las grandes bloques de piedras mojadas que constituían aquellas escaleras en forma de caracol.
Silencio,¿no te das cuenta?, no quiero que se enteren, no quiero que lo sepan, no quiero que me sigan, no, ahora no...
Tan solo espero, y deseo, sumirme en lo más profundo de la nada, donde no existan pensamiento, donde no existan malditos recuerdos, donde no hayan nadie más que yo, y lo más profundo de mi corazón.
No te necesito, ni a ti ni a tu clan de seguidoras, admiradoras o 'lameculos',¿para qué?, ¿para qué tener en mi vida, la presencia de personas que se hacen llamar como no son, que fingen ser lo que no son, y que intentan aparentar algo que nunca llegarán a ser?, ¿para qué hacer trabajar mi hipocampo, si precisamente lo que busco es borrarte del mapa de mi vida?, ¿para qué saludar?, ¿para qué mirar?, ¿para qué pensar?
Sí, ¿para qué pensar en vosotras?

¿Malditas víboras?. Sí, suena bien.

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