sábado, 15 de enero de 2011


Los Jardines de Luxemburgo guardan mis más exquisitos recuerdos de mi estancia en París. La gente se recostaba sobre sus tumbonas aprovechando los momentos de sol en una reluciente mañana de verano.
 Ellas, con grandes pamelas, vestidos aflorados que se dejaban bailar por las brisas del interior, tacones, plataformas, cigarrillos ¿qué más da? esto es París...
Ellos, eran altos y robustos, con bigote o afeitados, de traje o con camisas de cuadros, con zapatos o sandalias..
Los más pequeños se acumulaban frente al estanque, sin perder ni un solo detalle del viaje de las pequeñas maquetas de barcos que se encontraban en una regata, otro simplemente buscaban la sombra de diminutos peces que vagaban por aquel extraño habitat..
Mientras tanto, ahí estaba yo, sentada en una silla de color verde, con mi cárama entre mis manos y sin dejar pasar ni una escena que inmortalizar, observando como turistas de origen asiático paseaban risueños por aquellos parques, espiando a cada pareja de enamorados que aprovechaban el mínimo rincón acogedor para sumirse en un profundo beso, siguiendo el vuelvo de las aves que acudían a las migas de pan, ajedrecistas que aprovechaban cada sombra para estables una de sus partidas encabezadas por caballos, reyes, alfiles, torres y peones, embobada captando las posturas de aquellas personas que posaban pasar sus fotos..


Sí, adoro los pequeños detalles. 
  

1 comentario:

  1. LOS PEQUEÑOS DETALLES
    SON LOS MAS IMPORTANTES♥
    ME GUSTA MUCHO TU BLOG (:
    http://elcomienzodelcambio.blogspot.com

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